viernes, 29 de septiembre de 2017

El diálogo desata los nudos, disipa las suspicacias,
abre las puertas, soluciona los conflictos,
engrandece la persona, es vínculo de unidad y
“madre” de la fraternidad.

Comprendamos que nuestras desinteligencias
se deben, casi siempre, a la falta de diálogo.

Comprendamos que el diálogo no es una discusión
ni un debate de ideas, sino una búsqueda
de la verdad entre dos o más personas.

Comprendamos que mutuamente nos necesitamos
y nos complementamos porque tenemos para dar
y necesitamos recibir, ya que yo puedo ver
lo que los otros no ven y ellos
pueden ver lo que yo no veo.

Cuando aparezca la tensión, tengamos la humildad
para no querer imponer nuestra verdad
atacando la verdad del hermano;
de saber esperara que el otro acabe
de expresar por completo su verdad.

Tengamos sabiduría para comprender
que ningún ser humano es capaz de captar
enteramente la verdad, y que no existe error
o desatino que no tenga alguna parte de verdad.

Tengamos sensatez para reconocer que también
yo puedo estar equivocado en algún
aspecto de la verdad, y para dejarme enriquecer
con la verdad del otro.

Tengamos, en fin, la generosidad para pensar
que también el otro busca honestamente la verdad,
y para mirar sin prejuicios y con benevolencia
las opiniones ajenas.

Fuente:
Elixires para el alma

jueves, 28 de septiembre de 2017

Hay días o incluso temporadas más largas en las que te entran las dudas, no te convence nada de lo que haces y, peor aún, no te apetece hacer nada. Con lo cual vas posponiendo cosas, se te acumula el trabajo y te sientes peor todavía. Seguro que sabes a qué me refiero porque nos ha pasado a todas en un momento u otro.

Las razones de que te sientas así pueden ser varias: ver que no avanzas o que tu trabajo no da sus frutos, estar agotada tras trabajar muy duro mucho tiempo (¡necesitas unas vacaciones!), haber vivido algún acontecimiento negativo en tu vida, etc.

Sea la razón que sea, la verdad es que son momentos difíciles de los que es mejor salir cuanto antes porque no te benefician ni a nivel personal ni, por supuesto, profesionalmente; ya que no le dedicas a tu trabajo o negocio las ganas que deberías. ¿Qué puedes hacer entonces en esta situación? A mi personalmente me ha ayudado:

Ser paciente conmigo misma. En momentos así lo mejor es intentar no ser muy dura contigo misma, dejar de criticarte pensando que deberías estar haciendo esto o lo otro. Aceptar que es una etapa que pasará y que no estás haciendo nada malo. Todos somos humanos y nadie puede rendir al 100% todos los días de su vida.

Desconectar totalmente. Sí, aunque parezca contraproducente, a veces lo que necesitas es desconectar para volver a recuperar las ganas. Tanto si la causa es que has estado trabajando demasiado como si es otra, tomarte unos días libres te ayudará a recargar las pilas. Así que no hagas nada de nada, tírate en el sofá, ve una maratón de series o, si eres más activa, haz ejercicio, ve a dar paseos. Diviértete y durante un par de días al menos no pienses en nada más. Esto hace maravillas, de verdad.

Recuerda tu gran porqué. Yo creo que esto lo repito en todos mis artículos, tienes que tener una razón que sea tu punto de apoyo cuando las cosas no vayan bien y este es exactamente el momento de recordar por qué te metiste en esto.

Aparte de eso, lo que quiero que tengas en cuenta es que lo importante no es sólo cómo salir de ese estado de apatía y cansancio, sino cómo evitar que vuelva a pasar. Está claro que hay cosas que no puedes controlar, pero hay muchas que sí; así que si quieres evitar volver a ese punto de agotamiento, desánimo y desmotivación, apunta:

– Ten clara tu estrategia. Cada cierto tiempo párate a definir qué quieres profesionalmente (y personalmente también) y qué acciones necesitas llevar a cabo, para que si hay otro momento de bajón no tengas que plantearte qué hacer después, sino seguir tu propio plan. Porque no siempre estás para pensar en estrategias, ¿verdad?

– Descansa. Lo mismo que mencioné antes, pero esta vez no para recuperarte sino para prevenir. Es obvio, sí, pero ¿lo haces? Oblígate si es necesario a desconectar a menudo, tómate días libres y si ya los tienes aprovéchalos para desconectar del todo. No hagas nada relacionado con tu negocio o trabajo. No tiene sentido que te pases el fin de semana conectada a las redes sociales o adelantando trabajo, eso no es descansar. Igual que todos los días te lavas los dientes (o deberías ; ), planifica tiempo de desconexión. Semanal, anual, diario y lo tienes que respetar tu misma y hasta ponerlo en tu agenda si es necesario.

Por ejemplo, yo todos los días antes de sentarme a trabajar me reservo 30 minutos para mi, que aprovecho para hacer cosas no relacionadas con mi negocio: llevo a mi hijo al cole, desayuno tranquilamente, leo un rato, ordeno la casa, lo que sea. Así me levanto con ganas porque sé que antes de trabajar tengo mi ratito.

Empieza a pensar en sacar ratitos para ti a diario, semanalmente o anualmente (a mi nadie me quita mis vacaciones de Navidad, verano y semana santa). Descansar y desconectar es imprescindible para tu salud mental.

– Pon límites. Esto también lo he nombrado innumerables veces. En muchas ocasiones lo que pasa es que das demasiado, cedes demasiado, tienes que conocer tus límites y aplicarlos. Eso te hará todo más llevadero.

Como siempre, poner en práctica esto muchas veces no es fácil. Sobre todo cuando tienes mucho trabajo, una profesión muy exigente o cuando te apasiona lo que haces y te resulta difícil desconectar (como me pasa a mi) y parece que te da algo si no miras tu correo una vez más, pero la recompensa merece mucho la pena.

Así que, ¿por dónde vas a empezar tú? Cuéntame en los comentarios que tres actividades vas a planificarte empezando hoy mismo, sé específica ya sabes que lo general no te ayuda mucho.

Dra. Aida Baida Gil

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola:

“Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.
En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.”

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA!!, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente

Desconozco a su autor

martes, 26 de septiembre de 2017

La vida de una persona soberbia es muy mala, pero especialmente estar y vivir cerca de ellos no es bueno para la salud. Si tienes a una persona así cerca de ti, es mejor alejarla o ayudarla a que vea su error, pues no le hacen bien a nadie. Tanto lo uno como lo otro seguramente será muy difícil, alejarle porque pensará que le debes algo, y querrá seguir teniendo esa “suerte” en la vida. Hacerle ver su error será igualmente complicado, porque precisamente su falta de humildad le cegará. En cualquier caso, vivir con alguien así es nocivo para la salud.

Una persona agradecida es la que muchas veces lo ha perdido todo y aún sigue feliz de haber contado con el amor de las personas que le conocieron, pues aún en su mismísima situación sigue tan humilde como cuando era una persona con una situación envidiable.

La verdad es que no se necesita mucho para ser una buena persona. Ni aún siendo afortunados en la vida hace falta mucho para ser buenas personas. Sólo hace falta seguir siendo personas sencillas, con valores, que llora cuando alguien sufre, que sentimos cuando alguien se nos va, que cuando llega los éxitos no deja de ser humilde… Seguro que con ello tenemos un trozo de cielo ganado, o al menos, tendremos los ojos de Dios cerca de nosotros…

Aprendamos a vivir con lo que tenemos, y seamos buenos con quien tiene menos que nosotros.

Seamos humildes, y no nos permitamos alardear de lo que la vida nos ha dado.

Desconozco a su autor

lunes, 25 de septiembre de 2017

Decimos que “Errar es humano” y somos humanos.

¿Porqué acusarnos entonces de aquello que consideramos que hemos hecho de manera equivocada.?

Justamente es allí donde está la enseñanza.

Si podemos ver nuestro error, es que hemos podido tomar en cuenta el hecho de las consecuencias que emanan de él.

Entonces, lo lógico es quitarnos el complejo de culpa y ver con alegría el aprendizaje que nos dejó.

Si lo vemos desde otro punto de vista, el no equivocarnos hubiera sido acertar con la decisión justa, en el momento preciso.

El pasado es pasado y no vuelve, no hay corrección al respecto.

Entonces vivamos el presente con la alegría correspondiente a hoy, porque sabemos que si en algún momento se nos presenta algo similar, ya no va a ser acertar a tientas ni a ciegas, sino dar con lo justo por experiencia propia.

Si sabemos recoger las enseñanzas no hay motivos de sentirnos culpables.
De eso se trata la vida… es una conexión continua de enseñanzas y aprendizajes.

Entonces desterramos la palabra error y con ella el complejo de culpa y tomamos a aquello que tanto nos marcó como la enseñanza maestra oportuna.

Esto nos lleva derechito al perdón.

Perdónate a ti mismo, por haberte culpado!

No juzgar y perdonar. empiezan por no juzgarte y perdonarte.

Desconozco a su autor

viernes, 22 de septiembre de 2017

Durante el verano la familia se iba casi todos los días a la playa, y a diario los niños veían a una viejecita que buscaba algo en la arena. Le fueron tomando confianza pero ella sólo les regalaba una sonrisa.

Los papás se sintieron un poco molestos porque no les inspiraba confianza. Hasta que un buen día la viejecita dejó de ir a la playa y recién se descubrió que la mujer, en un intento de hacer algo que valiese la pena, recogía restos de vidrios para que los niños no se cortasen y pudiesen corretear felices.

Hay muchas maneras de sentir la alegría y la felicidad. La mejor felicidad no es el reconocimiento, sino el bien que generosamente hagas, aunque los demás no se den cuenta.

La mejor felicidad es hacer el bien por el bien mismo. No es la que cobras y te pagan al día, sino la que los demás ignoran pero tu corazón reconoce.

La mejor felicidad no es la que se publica en las primeras páginas, sino la que tú escribes en las páginas de tu corazón. La mejor felicidad es fruto de aquella bondad que nadie conoce hasta que sienten su falta.

Hay muchos que buscan nada más que las alabanzas de los demás. Ellos nunca sienten felicidad por lo que hacen, se alegran por lo que reciben.

Tu mejor inversión es la que nunca vas a cobrar de los niños que juegan en la playa. Sentirte feliz por lo que haces ya es suficiente recompensa.

¿Por qué esperar siempre a que los demás cumplan con su deber para que tú puedas hacer el bien ahora mismo? ¿Por qué tener que institucionalizar siempre el hacer el bien? Esto le toca a aquel y esto le toca al otro.

La bondad es algo más que cumplir con las instituciones. Es fruto del corazón que está siempre por encima de todo.

¿Por qué para hacer un favor debo esperar a que tú me lo hayas pedido?

Con la bondad no se trafica. No se compra ni se vende.

El día que no tengas nada que hacer vete a la playa y recoge lo que puede ser un peligro para los demás. Luego, date un fresco baño, verás qué rica te sabe el agua lavando el sudor de tu generoso servicio.

Clemente Sobrado

jueves, 21 de septiembre de 2017

En el silencio de mi reflexión percibo todo mi mundo interno como si fuera una semilla, de alguna manera pequeña e insignificante pero también pletórica de potencialidades.

…Y veo en sus entrañas el germen de un árbol magnífico, el árbol de mi propia vida en proceso de desarrollo.

En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después. Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol, cayendo en tierra fértil, absorbiendo los jugos que la alimentan, expandiendo las ramas y el follaje, llenándose de flores y de frutos, para poder dar lo que tienen que dar.

Cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol. Y tantas son las semillas como son los sueños secretos.

Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el tiempo de germinar, echar raíces y darse a luz, morir como semillas… para convertirse en árboles.

Árboles magníficos y orgullosos que a su vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior, que escuchemos la sabiduría de nuestros sueños semilla.

Ellos, los sueños, indican el camino con símbolos y señales de toda clase, en cada hecho, en cada momento, entre las cosas y entre las personas, en los dolores y en los placeres, en los triunfos y en los fracasos.

Lo soñado nos enseña, dormidos o despiertos, a vernos, a escucharnos, a darnos cuenta. Nos muestra el rumbo en presentimientos huidizos o en relámpagos de lucidez enceguecedora.

Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos…

Y un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida, las semillas de nuestros sueños se transformarán en árboles, y desplegarán sus ramas que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo, uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.

Nada hay que temer, …una sabiduría interior las acompaña… porque cada semilla sabe…. cómo llegar a ser árbol…

Jorge Bucay

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Un ejército pacifico y unido que crea en el valor de las pequeñas cosas. Gente que construya la historia y no se deje arrastrar por los acontecimientos.

Más corazones desarmados, en un mundo lleno de guerras. Almas magnánimas en una sociedad interesada.

Espíritus fuertes para un siglo de mediocridades. Más trabajadores y menos personas que critiquen.

Más ciudadanos que digan:”Voy a tratar de hacer algo”, y menos que se contenten con:”Es imposible”.

Un número mayor de audaces que se lancen al fondo del problema para resolverlo y un número menor de fatalistas acomodados en la omisión.

Más amigos que se arremanguen con nosotros, y menos demoledores que apunten solo defectos.

Más gente que almacene esperanza, y menos frustrados que acarreen toneladas de desánimos.

Más personalidades que perseveren y menos colegas que comienzan y nunca acaban. Más rostros sonrientes y menos frentes nubladas.

Más compañeros bien asentados en la realidad y menos soñadores pendientes de las ilusiones pasajeras.

Necesitamos con urgencia, sin falta:

Un mundo en manos bienhechoras encendiendo una luz, para iluminar el pesimismo de la multitud. Un fósforo, en la mano…. Pequeño, ¡pero tan importante…Pequeño, insignificante, ¡pero como ilumina disipando la oscuridad!

Roque Schneider

jueves, 14 de septiembre de 2017

Muchas veces nuestra infelicidad la originamos nosotros mismos por no controlar nuestros impulsos y temores. La cólera es muy poderosa, la mayoría de las veces nos gobierna y nos hace cometer errores de los que luego nos arrepentimos.

Por eso te invito a meditar, a encontrar una manera de recordarte que debes aprender a mantener la calma para que tu hígado no hable por ti, para que no lastimes a las personas que amas y te aman. 

Presta atención a esta historias:

La historia dice que hace algún tiempo un hombre castigó a su hija de 5 años de edad por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver que era muy caro. El dinero estaba escaso y él se enojó aun más cuando la niña pegó el papel dorado para decorar un caja y ponerla debajo del árbol de Navidad. Sin embargo, la niñita le trajo la caja de regalo a su padre la mañana siguiente y le dijo: "Esto es para ti, papito".
El padre estaba avergonzado por su anterior reacción exagerada, pero su enojo apareció de nuevo cuando encontró que la caja estaba vacía.
Le habló a su hija de una manera recia: "¿No sabes, jovencita, que cuando das un regalo a alguien, se supone que debe haber algo dentro del paquete?".
La niñita lo miró con lágrimas en sus ojos y le dijo: "Oh, papito, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó"...
El padre estaba deshecho. Cayó de rodillas y abrazó a su pequeña hija, y le rogó que lo perdonara por su enojo innecesario.


No hay que lastimarnos, no hay que dejar que nuestro hígado estropee las cosas, incluso cuando creemos tener motivos para el enojo, el perdón es profundamente liberador.

Asegúrate de no sobreactuar cuando alguien te lastime, asegúrate de no estar exagerando tu reacción, y en la medida de loa posible, a migo mío, respira, contén tus ganas de explotar, vence a la rabia y sigue por el camino de tu felicidad.

Ánimo, que tengas un estupendo día, recuerda que tú puedes y debes ser feliz.

Fuente: Motivalia

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.
Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.
Nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.
Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas.
Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de la vida.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible.
Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.
Nadie deja de llegar, cuando se tiene la claridad de un don, el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de sí mismo.
Nadie deja de arder con fuego dentro sin antes saber lo que es el calor de la amistad.
Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.
Si sacas todo lo que tienes y confías en ti, ¡esfuérzate! porque...
¡¡¡Vas a llegar!!!.

Desconozco a su autor


martes, 12 de septiembre de 2017

Una de las cosas que admiro de los antiguos griegos es esa capacidad que tenían para reírsede ellos mismos, Eurípides o Aristófenes, por ejemplo, aprovechaban el humor para mostrar la verdadera naturalezade la sociedad griega, sus vicios, sus defectos, los errores de sus dirigentes, en fin.

No es poca cosa, no en vano llegaron tan adelante en el desarrollo de sus pensadores, de su cultura.
Y lo comento porque considero que una de las cosas más importantes que debemos hacer para crecer como personas es precisamente eso, poder reírnos de quiénes somos.

Me explico, asumir lo que tú eres en realidad, sin angustiarte, sin acomplejarte, sin buscar "maquillarte" sino más bien aceptarte, es el paso inicial para superarte.

Aceptarnos no significa resignarnos ante nuestros defectos, aceptarnos significa sentirnos a gusto como seres humanos, entendiendo que como tales, tenemos defectos y aspectos no tan agradables, pero que podemos y debemos trabajar constantemente para superarlos.

Todos los días de tu vida puedes superarte, todos los días de tu vida puedes ser mejor, todas las mañanas puedes mirarte ante el espejo y decirte: eres un renegón, cálmate un poco; no seas tan flojo, vamos, ponle ganas; estás muy subido de peso, tienes que ejercitarte... y reírte, hacer una broma sobre ti mismo, porque no importa la situación en la que te encuentres, siempre la puedes transformar y hacerla mejor de lo que está.

Ánimo, hoy tiene que ser un día memorable, el mejor, tú puedes y mereces ser feliz.

Fuente: Motivalia

lunes, 11 de septiembre de 2017

La vida es tan grande y tan pequeña a la vez, que si tú quisieras de ella harías un mundo de ilusiones, que con el tiempo alcanzaría grandes propósitos impuestos por ti mismo.

Es tan pequeña cuando no hay interés, ni cuidados, ni amor por ella misma.

Un descuido lamentable y todo acaba, dejando apagar esa flama que fue ardiente por solo una desilusión; siendo que se tenían tantas ilusiones.

Como aquel grano que un día comenzó a germinar, que fue cuidado con amor, deseos de prosperidad y que creció, dio alegría, sombra, refugio, fruto, semilla y esperanza de un andar, un seguir, un continuar, así la vida sigue si se lo permitimos.

Hay cosas inexplicables que nos suceden, pero todo tiene un fin y una explicación lógica, solo debes utilizar un poco mas de tu misma vida y tu tiempo para encontrarla y aprender de ella sin perder oportunidad.

Recuerda, "Lo que cuesta, que valga".

Esta vida no termina, eres luz y vida. Y esa vida crecerá según como hayas dejado huella, así como eres ejemplo de vida debes darlo también no solo procreando.

Entrégate dando lo mejor de ti, eres vital para que ella continúe.

No desfallezcas, los grandes logros comenzaron muy pequeños, pero tuvieron aliento de alguien con esperanza que no sosegó, que no dejó de tener fe y que anteponiéndose aún a las adversidades han sido realizados.

Cuando tropieces, cuando sientas desfallecer o cuando creas que todo a terminado; voltea un poco hacia atrás, voltea a tu alrededor y recuerda todos tus proyectos.

Ve el ejemplo de vida en los demás seres, fíjate en todo, pero principalmente en lo positivo y agradece a Dios un minuto más de vida, agradece esa oportunidad mas y el criterio que te ha formado para ver las cosas de la mejor manera.

¡¡Siente tu vida y da vida!!.

Desconozco a su autor

sábado, 9 de septiembre de 2017

Vivir, es vibrar a cada instante, ante la emoción de percibir
la maravilla de la creación que nos rodea.

Vivir, es entender que cada minuto que transcurre no volverá.

Es atraparlo intensamente, porque forma parte del tiempo,
que sabemos ha quedado en el ayer.

Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros, es vibrar en la bondad,
y llevar a su máxima expresión, nuestra capacidad de ser.

Vivir, es gozar los momentos bellos
y desafiarse a sí mismo ante las adversidades.

Vivir, es aprender más cada día, es evolucionar y cambiar
para hacer de nosotros un ser mejor que ayer,
un ser que justifica su existir.

Vivir, es amar intensamente a través de una caricia,
es escuchar en silencio la palabra del ser amado.

Es perdonar sin réplica una ofensa es aspirar la presencia del otro,
es besar con pasión a quien nos ama.

Vivir, es contemplar apaciblemente, la alegría de un niño,
escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar.
acompañar con gratitud la ancianidad en su soledad.

Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y aunque
se tenga mil argumentos para contradecirlo o justificarlo,
finalmente sólo escucharlo, es tener la capacidad de
regocijarme ante sus triunfos y su realización.

Vivir, es sentir que nuestro existir no fue en vano
y en la medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros
en cada momento, logremos manifestar
la grandeza de nuestra alma para amar.

Vivir, es permanecer en paz ante la presencia de Dios,
contemplando en silencio la inmensidad de su Ser.

Vivir, es vibrar y sentir, es amar y gozar,
es observar y superar, es dar y aceptar,
es ser y permanecer, es comprender que nuestro tiempo
es lo único que poseemos para realizar plenamente nuestro ser.

Desconozco a su autor

jueves, 7 de septiembre de 2017

Imagina cómo sería la vida si no hubiese nada que pudiese deprimirte. Piensa en todo lo que podrías lograr si no existiesen las distracciones que te hacen perder el rumbo. Considera cuán efectivas podrían ser tus respuestas, si pudieses ver las oportunidades que existen en cada situación para luego valerte de ellas y hacerlas realidad.

Imagínate siendo una persona tranquila, serena y enfocada a pesar de la confusión que te rodea. Siente la fuerza que provendría de tener la capacidad de, simplemente, aceptar cada instante tal cual viene en lugar de luchar en su contra. Piensa en lo maravilloso que sería no disgustarte jamás.

¡Qué forma de vida tan llena de energía! ¡Qué manera tan efectiva de trabajar! Y todo eso es posible, aquí y ahora.

Nada puede deprimirte, a menos que tú lo permitas. Nada puede distraerte, a menos que tú aceptes que así sea. Las oportunidades siempre están allí, para que tú las descubras y les des vida. No hay motivos para que te sientas molesto ni irritado, a menos que tú así lo decidas. Tienes la capacidad de hacer que la vida resulte estupenda.

Imagina cuán maravilloso sería utilizar cada instante con sentido y enfocado en positivo. Imagínalo. Date cuenta de que así puede ser. Y haz que así sea, ahora mismo.

Desconozco a su autor

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos.

No te amargues por tu propio fracaso ni se lo cargues a otro. acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Cualquier momento es bueno para comenzar, y ninguno es tan terrible como para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, así como la causa de tu futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones. Piensa menos en tus problemas y más en tu labor, y éstos desaparecerán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejaras de ser un títere de las circunstancias. Porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate. lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Atribuido a Pablo Neruda

martes, 5 de septiembre de 2017

Toma una sonrisa, 
regálala a quien nunca la ha tenido.

Toma un rayo de sol, 
hazlo volar allá en donde reina la noche.

Descubre una fuente, 
haz bañar a quien vive en el barro.

Toma una lágrima, 
ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

Toma la valentía, 
ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Descubre la vida, 
nárrala a quien no sabe entenderla.

Toma la esperanza, y vive en su luz.

Toma la bondad, y dónala a quien no sabe donar.

Descubre el amor, y hazlo conocer al mundo.

Mahatma Gandhi


lunes, 4 de septiembre de 2017

Sentarse a pensar en la vida es una cosa que es difícil para mucha gente, pero el no hacerlo es peor. Muchas veces entramos a ciclos en la vida en los cuales nos enfrascamos en la cotidianidad. No hace mucho alguien cercano a mi me dijo que la vida que esta viviendo se siente sin propósito, sin metas. Me dolió bastante escuchar eso, no solamente porque es una persona cercana a mi, pero porque es algo triste vivir una vida sin propósito.

La vida es una cosa muy bella, pero solamente si la tratamos como el regalo precioso que es. A veces vemos las cosas de una manera en la cual nos dejamos llevar por los sentimientos derrotistas, y dejamos de luchar por vivir. Luchar por vivir siendo mas importante que luchando por la felicidad. Es muy importante saber que los momentos difíciles y tristes son también partes necesarias de la vida. La vida es un camino en el cual es mas importante como lo recorremos que para donde vamos.

Tener metas en la vida es importante, pero hay que tener metas que al fin de cuentas uno pueda estar orgulloso de ellas. No solamente de las metas pero como se alcanzan. Si hoy yo te preguntara cuales son las metas en tu vida y si estas orgulloso de lo que estas haciendo para alcanzarlas que me dirías?

En este ultimo ano he estado rodeado de muerte. Aunque me han dejado el corazón en un estado critico porque se siente como si a una bomba (globo) le hubieran sacado el aire, también me han dado la oportunidad de mirar a la vida por lo bella que es. Celebrar los logros de las personal que ya no están con nosotros es mejor que llorar lagrimas porque nos hacen falta. Como humano quiero contribuir al mundo. Antes pensaba que tratar de hacer a la gente feliz era lo mas importante, ahora creo que en realidad lo mas efectivo es ser lo que uno es y esperar que la demás gente lo acepte a uno y comparta no solamente risas pero también lagrimas. Lagrimas de desahogo te llenan mucho mas que sonrisas forzadas. Hoy, sonríe, llora, comparte con alguien al que tu quieras y veras que esta vida es en realidad hermosa.

Desconozco a su autor


viernes, 1 de septiembre de 2017

El amor es cuando no puedes estar aparte de ese alguien por mucho tiempo… siempre estás pensando acerca de esa persona, y cuando estás con esa persona nunca quieres decir adiós.

El amor está lejos de ser simple. Es absolutamente complejo. Es una mezcla de todo. Es tristeza, alegría, pasión, odio, entusiasmo; es casi cada sentimiento que puedes imaginarte y más.

El amor crece y se fortalece con el tiempo; si lo encuentras de verdad, atesóralo, porque si lo pierdes tal vez no lo vuelvas a encontrar. Ten cuidado y no te engañes, que el verdadero amor nunca te va a dañar, vive dentro de nosotros pero no decide a quien amar, cuando llegué su momento, te lo dirá. Tal vez sufras en el camino pues nadie digo que sería fácil, pero si no te das por vencido, serás bendecido; al final todo el esfuerzo valdrá la pena. Finalmente tú y tu corazón felices serán, por encontrar a esa persona que de ella su corazón recibirás, al igual que el tuyo le darás.

Sabes que es amor cuando lo encuentras, es esa persona que cuando te sonríe aclara el día, no puedes parar de mirarla fijamente por miedo a perderla, está siempre en tu mente, sueñas despierto con estar a su lado, incluso si está a menos de 20 pies de ti… y no puedes soportar cuando no está contigo, el peor sentimiento que podrías sentir es cuando sabes que la persona que amas no está contigo… no puedes decir cuándo sucederá el amor, sólo lo sabes cuándo sucede, ese momento cuando pones por primera vez tus ojos en esa persona, y nunca quieres mirar para otro lado… eso es amor. Nada menos.

El amor no es siempre perfecto.
No es un cuento de hadas o un libro de cuentos. Y no siempre viene fácil.

El amor es superar obstáculos, tomando desafíos, luchando por estar juntos, sujetándolo y nunca dejándolo ir. Es una palabra corta, fácil de decir, difícil de definir e imposible de vivir si él.
El amor es trabajo, pero sobre todo, el amor es darse cuenta de que cada hora, cada minuto y cada segundo valió la pena porque lo haces con la persona amada.

Silvano Antonio Rosario Veloz