jueves, 31 de agosto de 2017

En nuestro tránsito por el camino de la vida, conocemos gente todos los días.

A la mayoría la conocemos por casualidad, pero algunos están destinados a cruzarse en nuestro camino.

Se convierten en los amigos especiales y no podemos explicar el lazo que nos une a ellos... los que nos comprenden y comparten nuestras alegrías y nuestras penas .
Su amor no conoce límites,
de modo que aunque nos encontremos alejados,
su presencia sigue cerca de nosotros con una calidez que se siente en el corazón .
Este amor se vuelve el sendero en el que no se cuentan los kilómetros.
Y así, estos amigos destinados
a cruzarse en nuestro camino
permanecen siempre cerca de nosotros.

Desconozco a su autor

miércoles, 30 de agosto de 2017

El mismo fuego no arde dos veces con la misma llama.
El mismo río no corre dos veces con las mismas agua.
El mismo cielo no se cubre dos veces con las mismas nubes.
El mismo rosal no florece dos veces con la misma rosa.
El mismo hombre no ama dos veces con el mismo amor.

No vive dos veces la misma vida.
No elige dos veces con la misma libertad.
No sufre dos veces la misma pena...

¡Tu meta no es repetirte... tu desafío es ser más tú mismo, siendo distinto!

©René Trossero

martes, 29 de agosto de 2017

No tomes a la vida como una carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. Dios no quiere que llegues a El por lógica inercia o con apuros fanáticos. No quiere que al final de la vida digas: "solo se trataba de esto y nada más". No.

La vida es más que la suma de seres vivos, la vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo en cuanto te ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un soplo de vida cálido, un soplo de eternidad.

La vida es la sonrisa de una madre en el recuerdo, es la palabra y la mirada de nuestro padre, llena de comprensión y misterio que nos habla en algún rincón de la memoria. La vida es saber disfrutar y compartir el cariño inmenso que nos rodea cuando estamos en familia. Lo comprobamos en alguna fiesta, cuando nace un nuevo integrante, cuando se casa un pariente. Los ojos llenos de esperanzas, la piel fresca de alegría. La vida es un abrazo temprano a quienes queremos y un beso sincero en el encuentro.

Cuando aprendas a ver el corazón de las cosas, cuando veas con los ojos del alma la razón de lo que no tiene razón, entonces comprenderás que la vida es más que la suma de sus partes, que es la esencia misma bailando en el espacio, cantando en el viento, mojándote en la lluvia, abrigándote en el silencio de una noche fría frente al fuego. Comprenderás que el otro tiene las mismas inquietudes, los mismos miedos ocultos, que también siente respeto por algo, que alberga culpas que no logra sacar, sonrisas que no puede brindar, ganas de ser querido, ¡tantas cosas! .... tantas.... como también tienes tú.

Verás que el otro es parte de tu vida y tú vives porque hay otro que vive para verte, que aprendiste muchas cosas, porque otro te las enseñó. Tus padres, tu escuela, tus amigos, la vida misma. Comprenderás que la vida es siempre un camino que solo se hace al caminar con la mirada franca y un beso lejano esperándonos en algún horizonte. Sabrás que transitamos por un sendero único e irrepetible porque es la huella que vamos haciendo en el mundo, nuestra marca, nuestra señal, que escribimos en los renglones de un relato compartido. Y tan solo de nosotros depende un verso mejor, una gran alegría, una palabra triste, un momento de olvido o una canción de amor, de nosotros depende elegir la forma de mejorar nuestro rumbo y que cada día sea un canto al sol.

La vida es para aprender a amar y a perdonar, a olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar. La vida es para ampliar los afectos y reflexionar sobre nuestras vivencias, para que pensemos en los frutos de nuestros actos y veamos claramente, sin ningún tipo de adorno ni justificaciones oportunistas lo que hemos hecho en el tiempo y todavía, si podemos, volver sobre nuestros pasos para cambiar alguna situación.

No ocupes tu tiempo en ver solo el aspecto negativo de las cosas... sueña, imagina, planea una salida, invita a alguien a comer a tu casa, da un abrazo y ríete con las personas que sonríen, ama con las personas que aman, alégrate con quienes te alegren el día, haz las cosas simples porque en los simple brilla una pequeña luz que se hace fantástica e inmensa a los ojos de quien atesora ilusiones.

Nunca hagas o digas algo que resulte demasiado duro a alguien solitario, porque aunque a ti te parezca que en circunstancias normales, cualquiera lo tomaría con naturalidad, una persona solitaria podría verse herida mortalmente, pues su mente y su corazón son más sensibles a las influencias del exterior. Trata de llevarle un motivo de felicidad, un minuto de alegría, un momento de amor y te lo agradecerá infinitamente.

Sabes, la felicidad es pariente de la belleza y la belleza es el rostro de la verdad. Cuando descubrimos una verdad, descubrimos algo bello, y lo bello solo puedo regocijarnos en el alma porque la verdad y la belleza son atributos de Dios. No pienses en aquello de que la verdad es "dura", lo duro, feo o desagradable no es la verdad, eso se llama realidad, la que el ser humano crea todos los días con su insistente capacidad de nombrar y clasificar las cosas. La verdad es otra cosa, la verdad es el motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al caminar, porque nos hace bellos si la sabemos cuidar, porque es el final del camino al que hemos de llegar.

La vida es un encuentro entre Dios y tú. Disfruta tu tiempo sabiendo que el pasado y el futuro son instantes de una realidad que se actualiza de acuerdo a tu conciencia, la cual se enciende a cada instante e ilumina lo que toca, lo que ve y hasta lo que niega.

Recuerda que la vida es más que la suma de seres vivos, es un tesoro compartido del cual formas parte. Cuando comprendas esto, llenarás tus pulmones vacíos con un soplo de eternidad y serás uno con la vida, y la vida te sonreirá.

Desconozco a su autor

lunes, 28 de agosto de 2017

Muchas veces depositamos nuestros sentimientos en los corazones de las personas que pasan y las que forman parte de nuestras vidas, dejando gotas de alegría tristeza, sonrisas y lagrimas. A veces nos equivocamos con las personas a las ofrecemos esos sentimientos y eso nos deja una sensación de temor en volver a confiar...

Gotas de sentimientos valoradas y no valoradas, tanto nos cuesta decir te quiero, parece una palabra sumergida en una gran simplicidad, pero llena del calor de los sentimientos. Debemos buscar en nuestros corazones, la solidaridad, respeto, sentido común, ternura, confianza, amor, amistad, son pequeñas gotitas que nos marcan como personas y también a quienes nos rodean.

No importa cuanta veces nos equivoquemos con las personas a quienes le brindamos lo mejor de nosotros, porque mientras esas gotitas sigan fluyendo dentro de nuestro ser, podremos aprender con facilidad a demostrar, hacer sentir sin duda e inseguridad o miedo un te quiero y lo importante que es sentirse querido...

©José Pintos

domingo, 27 de agosto de 2017

Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras.
En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad.
Agudizo la mirada para distinguirla bien.
Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo.
Todas mis metas, mis objetivos y mis logros.
Mis ambiciones y mis sueños están en esa ciudad.
Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, lo que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad.
Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella.
A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba.
Me canso un poco, pero no importa.
Sigo.
Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino.
Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso.
Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente.
De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto...
Consigo pasarla.
Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja.
Vuelvo a tomar carrera y también la salto.
Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado.

Me sorprende un abismo que detiene mi camino.
Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas.
Me doy cuenta de que está allí para construir un puente.
Nunca he sido hábil con mis manos.
... Pienso en renunciar.
Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente.
Pasan horas, o días, o meses.
El puente está hecho.
Emocionado, lo cruzo.
Y al llegar al otro lado... descubro el muro.
Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido...
Busco la manera de esquivarlo.
No hay caso.
debo escalarlo.
La ciudad está tan cerca...
No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar.
Descanso unos minutos y tomo aire...
De pronto veo,
a un costado del camino,
un niño que me mira como si me conociera.
Me sonríe con complicidad.
Soy yo mí mismo... cuando era niño.
Sorprendido, me animo a expresar en voz alta mi queja:

- ¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?

Mi niño se encoge de hombros y me contesta:

- ¿Por qué me lo preguntas a mí?

Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras...

Los obstáculos los trajiste tú.

Desconozco a su autor

sábado, 26 de agosto de 2017

El águila se lanza al vacío, extiende sus alas inmensas en busca de la
brisa ascendente lo ELEVE..!!

La mente debe ser ABIERTA a las nuevas corrientes de ideas, de pensamiento:
para ELEVAR el pensar,
para nutrirse de nuevos sueños, nuevas ilusiones que motiven la vida,
que permita abrir nuevos horizontes amplios, claros;
para palpitar siempre con el PRESENTE.

No hacerlo es inmovilizarse, momificarse, no mutar a los cambios, a
las nuevas corrientes.

No cierres tu mente, es como poner una venda a tus ojos para
enfrentar, mirar lo NUEVO.

Si amas el vivir, este te alienta a no cerrar tu mente.., te motiva a
siempre buscar ir a tu fuente inicial.., la de tu niñez.., etapa donde
todo asombra, donde la vida es la alegría de descubrir.

Valmore Vivas
Gotas de agua

viernes, 25 de agosto de 2017

No corras desatinadamente intentando sanar a todos tus amigos.
Haz tu propio trabajo mental y sánate a ti mismo.
Eso será más benéfico que ninguna otra cosa para quienes te rodean.
No podemos hacer que los demás cambien.
Sólo podemos ofrecerles una atmósfera mental positiva donde tengan la posibilidad de cambiar si lo desean.
No es posible hacer el trabajo por otra persona, ni tampoco imponérselo.
Cada persona está aquí para aprender sus propias lecciones, y no les servirá de nada que se las demos resueltas, porque tiene que pasar personalmente por el proceso vital necesario para aprenderlas.

Lo único que podemos hacer por los demás es amarlos y dejar que sean quienes son, saber que su verdad está dentro de ellos, y que cambiarán cuando quieran hacerlo.

©Louise L. Hay

jueves, 24 de agosto de 2017

Cuando tu vida empieza, tienes apenas una pequeña maleta de mano...

A medida en que los años van pasando, el equipaje, va aumentando poco a poco.

Porque existen muchas cosas, que recoges por el camino... porque piensas que ellas, son importantes...

En un determinado punto del camino , comienza a ser insoportable cargar tantas cosas, en verdad pesan demasiado...

Entonces, puedes escoger:

Permanecer sentado a la vera del camino, esperando que alguien te ayude, lo que es muy difícil...

Pues todos los que pasen por allí , ya traerán su propio equipaje. Puedes pasar la vida entera esperando y esperando...

O puedes disminuir el peso, eliminando lo que no te sirva, pero...que tirar???...

Empiezas tirando todo para afuera y viendo lo que tienes dentro...

Amistad...Amor...Amor...Amistad...

Bién!!!, tienes bastante, es curioso... no pesa nada!!!

Mas tienes algo pesado...

Haces un gran esfuerzo , para tirar...

La RABIA – Como pesa!!!

Empiezas a tirar y tirar, y aparecen la INCOMPRENSIÓN, el MIEDO, el PESIMISMO...

En este momento, el DESANIMO casi te empuja hacia dentro de la maleta...

Pero tu, empujas para afuera con toda tu fuerza, y aparece una SONRISA, que estaba sofocada en el fondo de tu equipaje...

Sacas otra sonrisa y otra mas, y entonces sale la FELICIDAD...

Colocas las manos dentro de la maleta y sacas la TRISTEZA...

Ahora, tienes que dejar la PACIENCIA dentro de la maleta, pues vas a necesitar bastante...

Procura entonces , dejar también:

FUERZA, ESPERANZA, CORAJE, ENTUSIASMO, EQUILIBRIO, RESPONSABILIDAD, TOLERANCIA y BUEN HUMOR...

Tira la PREOCUPACIÓN también o déjala de lado, después piensas que hacer con ella..

Bien, tu EQUIPAJE está listo, está para ser usado de nuevo!!!

Mas piensa bien, en lo que vas a colocar dentro, ahora es para ti!!!...

Y no te olvides de hacer esto muchas veces, pues el camino es muy, muy largo por recorrer...

Desconozco su autor

miércoles, 23 de agosto de 2017

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

"Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.

Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil.

Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste. Sal a la calle y búscalas".

El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.

Al volver, el hombre sabio le dijo:

"Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".

Desconozco a su autor

martes, 22 de agosto de 2017

No renuncies...cuando el camino que llevas te parezca cuesta arriba.

Cuando quieras sonreír y sólo suspiras, cuando el tiempo te presiona, descansa si es posible, pero no renuncies.

La vida es clara en sus virajes que muchos soportan y otros esquivan.

Muchas veces la meta está más cerca de lo que parece...

Muchas veces el luchador se da por vencido, cuando está a punto de alcanzar la victoria y aprende, ya tarde que estaba a punto de lograrlo.

Por lo tanto, no abandones la lucha aunque te golpee fuerte.

Cuando las cosas parecen peor, es precisamente cuando no se debe renunciar.

Desconozco a su autor

lunes, 21 de agosto de 2017

Liberarse de todo no es dejar de preocuparse de las otras personas, sino simplemente saber que el otro es otro y que su vida le pertenece.

Liberarse de todo no es cortar mi vínculo con los demás, sino simplemente renunciar a controlarlos.

Liberarse de todo no es tender a la indiferencia o el egoísmo, sino ocuparme de lo que me pertenece.

Liberarse de todo es admitir que no soy todopoderos@ y que el resultado de mis acciones no está en mis manos, (se refiere a las reacciones que producen en los demás).

Liberarse de todo es aceptar la realidad, aún cuando no corresponda a mis deseos.

Liberarse de todo no es lamentarse por el pasado y temer el futuro, sino vivir plenamente, completamente el presente.

Liberarse de todo es temer menos y AMAR más.

"¡La capacidad de liberarse de todo, la capacidad de confiar, de adaptarse positivamente para asumir la responsabilidad de dar sentido a la vida, al instante que pasa, es estar listo para decir SÍ, para aceptar la vida con todo lo que traiga consigo!"

Desconozco a su autor

domingo, 20 de agosto de 2017

¿Te ha pasado que al enfrentarte a una nueva tarea, o a un proyecto que visualizas como “complicado” o a un nuevo reto, tiendes a desalentarte y a desistir demasiado pronto? Si así te ha sucedido, posiblemente estás experimentando el “Síndrome de la autolimitación”. Se conoce así porque es, justamente, un fenómeno que ocurre en tu mente, dependiendo de tu propia percepción, y que pone a prueba todo lo que tu crees de ti mismo.

Muchas personas pierden la batalla sin antes haberla peleado: se dan por vencidos demasiado pronto. Es su mente la que le pone los límites. Es su propia autopercepción, su propia autoimagen lo que se convierte en las barreras –a veces infranqueables—que le drenan de su creatividad y su ímpetu.

Cuando presientas que ese síndrome estás a punto de alcanzarlo, piensa que tú posees un “banco de neuronas” formidable. Y ello lo podrás comprobar ante una crisis, una emergencia o una imperante necesidad. Si realmente lo necesitas, tu mente te proveerá los recursos para lograrlo.

Así que, expande tus límites. No permitas que la programación negativa de que hemos sido objeto por parte del entorno bloquee tu creatividad y tu rendimiento.

Inténtalo. Inténtalo con perseverancia y con decisión. No te autoboicotees. Te aseguro que te sorprenderás de los resultados. Recuerda: “nunca sabrás de lo que eres capaz de lograr, sino hasta que lo intentes”.

Desconozco a su autor

viernes, 18 de agosto de 2017

Un pájaro herido no puede volar, pero un pájaro que se apega a una rama de árbol, tampoco.

¡Deja de apegarte al pasado!

Dice el proverbio hindú:

"El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando." El mundo está lleno de sufrimiento; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento significa la eliminación, el abandono de los apegos.

Hay un deseo común, que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo, al ego. Ese deseo es apego, porque ponemos en él la seguridad, la certeza de la felicidad.

Es el miedo el que nos hace desear la felicidad, y ella no se deja agarrar.

Ella es. Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales.

Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego.

¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo material?

La respuesta es: ¡No!

Uno usa el mundo material, uno goza el mundo material, pero no debe hacer depender su felicidad del mundo material.

¿Está esto suficientemente claro?

Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado, porque el apego produce ansiedad. Si estás ansioso cuanto te aferras a algo, difícilmente podrás gozarlo.

Por lo tanto, lo que te propongo no es una renuncia al goce: es una renuncia a la posesividad, a la ansiedad, a la tensión, a la depresión frente a la pérdida de algo.

¿De dónde crees que provienen todos los conflictos?
De los apegos.

¿De dónde crees que proviene el sufrimiento?
De los apegos.

¿De dónde crees que proviene la soledad?
De los apegos.

¿De dónde crees que proviene el vacío?
Tú lo sabes: el origen es el mismo.

¿De dónde crees que provienen los temores?
También de los apegos. Sin apego no hay temor. ¿Lo pensaste alguna vez?

Sin apego no hay temor.

Anthony de Mello

Primero, aclaremos lo que no es el desapego. El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferentes a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.

De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o de un problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano ( y a menudo doloroso ) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver, de acuerdo con un manual titulado Desapego que ha circulado durante muchos años en los grupos Al-Anón

El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no nos sirve de nada. Adoptamos una política de no meter las manos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras.

Si la gente se ha fabricado desastres a sí misma, le permitimos enfrentar las consecuencias. Le permitimos a la gente ser como es en realidad. Le damos la libertad de ser responsable y de madurar.

Y nos damos a nosotros mismos la misma libertad. Vivimos nuestra propia vida al máximo de nuestra capacidad. Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar.

Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de hacernos la vida de cuadritos.

Si no podemos solucionar un problema después de intentarlo seriamente, aprendemos a vivir con ese problema o a pesar de él. Y tratamos de vivir felices, concentrándonos heroicamente en lo que de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos agradecidos por ello. Aprendemos la mágica lección de que sacarle el máximo provecho a lo que tenemos multiplica lo bueno en nuestras vidas.

El desapego implica - " vivir el momento presente" - vivir en el aquí y en el ahora -. Permitimos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho a cada día.

El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo.

Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos.

Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo. Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga.

A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas ( y a veces , las más dolorosas ) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Judi Hollis escribió acerca del desapego en una parte de su libro La obesidad es un problema familiar. Ahí ella describe el desapego como "una saludable neutralidad".

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe:

Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso y compulsorio, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.

Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas.

Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o responsabilidad hacia los demás. En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas.

Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos mismos. Cada quien atiende sus propios asuntos.

El desapego es una acción y un arte. Es un modo de vida. ¿ Cómo nos desapegamos ? ¿ Cómo separamos nuestras emociones , nuestra mente , espíritu y cuerpo de la agonía del involucramiento ? . Lo mejor que podemos . Y , probablemente, un poco torpemente al principio. Un antiguo dicho de A A y de Al-Anón sugiere una fórmula de tres partes llamada honestamente, abiertamente y con voluntad de intentarlo. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones.

"Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que estar siempre irritados."

Tomado del Libro : Ya no seas codependiente
Autora : Melody Beattie
Capítulo 5 : Desapego
Páginas 83- 94

jueves, 17 de agosto de 2017

No te olvides de sonreír pese a todo…
La vida no es fácil para nadie; sin embargo te pido que lo intentes…
Que no te quedes inmerso en esa nube de soledad…
Ni en los vientos de desesperanza…
Baila con tus flaquezas…

Y hazle una mueca a la luna…
Para que estrellitas mágicas caigan y te den la bienvenida.
Así es la vida, con momentos duros, quizás demasiado duros…
Pero en total perfección con las leyes naturales…
Después del dolor… La alegría

Después del llanto… La sonrisa
Después del desamor… El amor

Así que sonríe hasta que el sol aparezca y brille con ganas en tu vida

Desconozco a su autor

miércoles, 16 de agosto de 2017

La inclinación a vincularnos con nuestras heridas, en lugar de dejarlas atrás, hace que experimentemos constantemente la sensación de no ser dignos. Una persona que haya experimentado acontecimientos traumáticos en la vida, como una violación sexual, la muerte de seres queridos, enfermedades traumáticas, accidentes, rupturas familiares, drogadicciones y otras cosas similares, puede llegar a vincularse con los dolorosos acontecimientos del pasado y rememorarlos para llamar la atención o despertar lástima en los demás. Esas heridas de nuestras vidas parecen darnos una gran cantidad de poder sobre los demás.

Cuanto más les hablamos a otros sobre nuestras heridas y sufrimientos, tanto más creamos un entorno de compasión por nosotros mismos. Nuestro espíritu creativo permanece tan conectado con los recuerdos de nuestras heridas que no puede dedicarse a transformar y manifestar. El resultado de ello es la sensación de desmerecimiento, de no ser digno de recibir todo aquello que se desea.

La tendencia a vincularnos con las heridas de nuestras vidas nos recuerda lo poco merecedores que somos de recibir nada de lo que realmente nos gustaría tener, debido a que permanecemos sumidos en un estado de sufrimiento. Cuanto más se recuerdan y se repiten estas historias dolorosas, tanto más tiene garantizado esa persona que no atraerá la materialización de sus deseos.

Quizá la frase más poderosa que puedas llegar a memorizar en este sentido sea: «Tu biografía se convierte en tu biología». A la que yo añadiría: «Tu biología se convierte en tu ausencia de realización espiritual». Al aferrarte a los traumas anteriores de tu vida, impactas literalmente sobre las células de tu cuerpo. Al examinar la biología de un individuo, es fácil descubrir en ella su biografía. Los pensamientos angustiosos, de autocompasión, temor, odio y otros similares, cobran un peaje sobre cl cuerpo y el espíritu. Al cabo de un tiempo, el cuerpo es incapaz de curarse, debido en buena medida a la presencia de esos pensamientos.

El apego al dolor sufrido en los primeros años de la vida procede de una percepción mitológica según la cual «tengo derecho a una infancia perfecta, libre de dolor. Utilizaré durante el resto de mi vida cualquier cosa que interfiera con esta percepción. Contar mi historia será mi poder». Lo que hace esta percepción es darle permiso al niño herido que llevas dentro para controlarte durante el resto de tu vida. Además, te proporciona una fuerte sensación de poder ilusorio.

Tenemos que ser muy cuidadosos para evitar explicar nuestra vida actual en términos de una historia traumática anterior. Los acontecimientos dolorosos de nuestras vidas son como una balsa que se utiliza para cruzar el río. Debes recordar bajarte una vez que hayas llegado a la otra orilla.

Observa tu cuerpo cuando has sufrido una herida. Una herida abierta se cierra en realidad con bastante rapidez. Imagina cómo serían las cosas si esa herida permaneciera abierta durante mucho tiempo. Se infectaría y, en último término, acabaría por matar a todo el organismo. El cerrar una herida y permitir que cure puede actuar del mismo modo en los pensamientos de tu mundo interior.

Así pues, no lleves contigo tus heridas. Afróntalas y pide a la familia y a los amigos que sean compasivos mientras te recuperas. Luego, pídeles que te lo recuerden amablemente cuando se convierta en una respuesta predecible. Quizá en cuatro o cinco ocasiones tus amigos y personas queridas te dirán: «Sufriste una experiencia trágica y comprendo perfectamente tu necesidad de hablar de ello. Me importa, te escucho y te ofrezco mi ayuda si eso es lo que deseas». Después de varias situaciones de este tipo, pídeles que te recuerden amablemente que no debes repetir la historia con el propósito de obtener poder a través de la compasión de los demás.

Al retroceder en tu camino y reavivar continuamente tu dolor, incluyendo la descripción de ese dolor y la calificación de ti mismo (superviviente de un incesto, alcohólico, huérfano, abandonado), no lo haces para sentirte más fuerte. Lo haces debido a la amargura que estás experimentando. Esa amargura se pone de manifiesto en forma de odio y cólera al hablar de esos acontecimientos, con lo que no haces sino alimentar literalmente el tejido celular de tu vida a partir de tu cosecha de acontecimientos del pasado.

Eso hace que se extienda la infección e impide la curación. Y lo mismo sucede con el espíritu. Esta cosecha de amargura te impide sentirte merecedor. Empiezas a cultivar entonces una imagen sucia, de criatura desafortunada, desmerecedora y difamada, y eso es lo que envías al universo, lo que inhibirá cualquier posibilidad de atraer el amor y la bendición a tu vida.

Aquello que te permitirá desvincularte de tus heridas es el perdón. El perdón es lo más poderoso que puedes hacer por tu fisiología y por tu espiritualidad, a pesar de lo cual sigue siendo una de las cosas menos atractivas para nosotros, debido en buena medida a que nuestros egos nos gobiernan de un modo inequívoco. Perdonar se asocia de algún modo con decir que está bien, que aceptamos el hecho perverso. Pero eso no es perdón.

Perdón significa llenarse de amor e irradiar ese amor hacia el exterior, negándose a transmitir el veneno o el odio engendrado por los comportamientos que causaron las heridas. El perdón es un acto espiritual de amor por uno mismo, y envía a todo el mundo, incluido tú mismo, el mensaje de que eres un objeto de amor y que eso es lo que vas a impartir.

En eso consiste el verdadero proceso de desvinculación de las heridas, de no seguir aferrándose a ellas como preciadas posesiones. Significa renunciar al lenguaje de la culpa y la autocompasión, y a no seguir adelante con las heridas del pasado. Significa perdonar íntimamente, sin esperar que nadie lo comprenda. Significa dejar atrás la actitud del ojo por ojo, que sólo causa más dolor y la necesidad de más venganza, sustituyéndola por una actitud de amor y perdón. Esta forma de actuar es alabada en la literatura espiritual de todas las religiones.

Sentirse digno es esencial para poder atraer aquello que se desea. Es, simplemente, una cuestión de sentido común. Si no tienes la sensación de merecer algo, ¿por qué te lo va a enviar la energía divina que está en todas las cosas? Así pues, tienes que cambiar y saber que tú y la energía divina sois una sola cosa, y que es tu ego el que se confabula para impedirte utilizar este poder en tu propia vida.

A continuación se indican algunas de las grandes actitudes y comportamientos que puedes incorporar a tu conciencia para facilitar el crecimiento de tus sentimientos de merecimiento.

UN PLAN QUE TE AYUDARÁ A VER QUE ERES DIGNO DE RECIBIR Y ATRAER DESDE LA FUENTE DIVINA

Las siguientes sugerencias representan un plan paso a paso para intensificar tu receptividad al poder de la manifestación en tu vida. Si lo pones en práctica, no cabe la menor duda de que te sentirás digno de la bendición del espíritu divino que lo abarca todo.

• La palabra «inspiración» significa literalmente «estar infundido de espíritu», o en el espíritu, si se quiere.
• Practica hacer aquello que te guste, y procura que te guste lo que haces cada día. Si vas a hacer algo, concédete el beneficio de no quejarte y, en lugar de eso, muestra cariño por esa actividad. Tu lema aquí ha de ser: «Me gusta lo que hago, y hago lo que me gusta». Eso te sitúa «en el espíritu» y te proporciona literalmente el entusiasmo para ser un receptor digno de la gracia de Dios. La palabra entusiasmo procede de la raíz griega entheos, que significa, literalmente, «estar lleno de Dios».
• Haz todos los esfuerzos posibles por eliminar de tu vocabulario y de tu diálogo interior los hábitos internos de pesimismo, negatividad, juicio, quejas, murmuraciones, cinismo, resentimiento y crítica destructiva. Sustitúyelos con optimismo, amor, aceptación, amabilidad y paz como forma de procesar tu mundo y a las personas que hay en él.
• Al margen de lo mucho que te sientas tentado de retroceder hacia hábitos cínicos, recuerda que esa es la energía que estás enviando al mundo, y que con ello transmites un mensaje que bloquea la energía que te devolverá lo que deseas. Si estás lleno de negatividad, te encuentras desequilibrado y tus resentimientos indican que no te sientes digno o preparado para aceptar la energía amorosa que deseas.
• Procura encontrar cada día un momento de tranquilidad para erradicar los sentimientos de indignidad. Ese tiempo de oración o meditación, o de experimentar simplemente el silencio, alimentará tu alma y eliminará finalmente todas las dudas que puedas abrigar acerca de no merecer el ser beneficiario de la abundancia del universo.
• Lee literatura espiritual y poesía, y escucha música clásica suave siempre que te sea posible. He descubierto que el simple hecho de leer la poesía de Walt Whitman, de Rabindranath Tagore o de Rumi, hace que todo se sitúe en una perspectiva más sagrada para mí.
• Leer las grandes enseñanzas de los maestros es como realizar una tarea espiritual en casa. Entre ellas se incluyen el Nuevo Testamento, Curso de milagros, la Torah, el Corán y el Bhagavad Gita. Estas grandes obras son una forma de estar en el espíritu (inspirado) y de disolver las dudas sobre si mereces o no materializar en tu vida aquello que deseas.

Procura rodearte, en la medida de lo posible, de cosas bellas
.

Practica la amabilidad para contigo mismo y para con los demás, con toda la frecuencia que te sea posible.

Abandona tu necesidad de tener razón y de ganar; en vez de eso, sé amable, y pronto conocerás la bendición de la paz interior. Recuerda que tu yo superior sólo desea paz. Al practicar la amabilidad, la paz aparece inmediatamente. Al estar en paz contigo mismo y con tu mundo, sabes que eres un digno receptor de todo lo que se cruza en tu camino. Empiezas a confiar entonces en la energía que aporta la realización de tus deseos.

Si te encuentras en un estado de confusión y, en consecuencia, te preocupa ganar o perder, te hallas a merced de tu propio ego, al que le encanta la confusión. Toda esa confusión interna hace que te cuestiones a ti mismo y tu valía en comparación con otros. Y eso trae consigo la duda acerca de si eres o no digno de recibir y manifestar.

Ponte la meta de ser cada día amable con los demás, al menos una vez, y extiende ese mismo privilegio hacia ti mismo, tanto como te sea posible. Siempre tienes una alternativa acerca de cómo va a reaccionar tu espíritu. La alternativa de la culpabilidad, la preocupación, el temor o el juicio no es más que un pensamiento que se transfiere a tu fisiología. Cuando tu yo físico se ve desequilibrado por estas emociones, te sientes demasiado enfermo e infeliz como para pensar siquiera en participar en el acto de la co-creación de una vida bienaventurada. Te saboteas a ti mismo, y todo por la falta de voluntad para ser amable contigo mismo y con los demás.

Empieza a considerar el universo como un lugar amistoso, antes que enemistoso. Sitúa en la categoría de «lecciones» todas las heridas de las fases anteriores de tu vida. Deja de verte condicionado por esas heridas y de convertirlas en un brazalete identificativo.

Desvincúlate de la actitud de que este mundo es maligno, está lleno de gente mala, y empieza, hoy mismo, a buscar el bien en la gente con la que te encuentres. Recuerda que, por cada acto de maldad, hay millones de actos de amabilidad. Este universo funciona con la energía de la armonía y el equilibrio. Inspira para absorber esa energía y elimina de tu mente y tu corazón la idea de que eres una víctima. Toda vinculación con tus traumas crea una toxicidad celular en tu cuerpo y un envenenamiento espiritual de tu alma.

• Repítelo una y otra vez, hasta que quede bien grabado: «Soy lo que soy, y soy digno de la abundancia que hay en el universo, y de todo lo que hay en él, incluido yo mismo».

Te encuentras ahora en el camino de saber que eres merecedor de atraer y manifestar en tu mundo.
Eres consciente de tu yo superior. Confías en ti mismo y en la sabiduría divina que te ha creado.
Sabes que no estás separado de tu entorno, y que dentro de ti existe el poder para atraer.

Wayne Dyer

martes, 15 de agosto de 2017

Una persona, un gesto, puede cambiarnos la vida.

Pero así como pueden cambiárnosla a nosotros, también pueden cambiársela a los demás.

Por eso es importante que siempre recordemos que somos personas, y que somos dueños de nuestros gestos.

Y que al vivir en un mundo de relación, en contacto con otras personas, nuestra propia persona y nuestros gestos pueden cambiar la vida de los demás.

¿Nos pusimos a pensar simplemente en el valor de una sonrisa?
Cuán diferente nos sentimos cuando se nos recibe con una sonrisa, en lugar de una mueca o sólo con indiferencia.

Qué distinto nos predispone la amabilidad, una palabra cálida, un gesto de cariño, una caricia, un beso, una manifestación de ternura.

En cambio la grosería, el desprecio, la indiferencia, el maltrato, pueden destruirnos.

Tratamos de ir por la vida sembrando amor y respeto; y no siempre recibimos lo mismo.

Pero eso no debe hacer que nosotros cambiemos, porque, entonces, estaríamos imitando modelos que repudiamos.

Si algo nos lastima, tratemos de cambiarlo; y si no podemos, apartémonos de ello. Pero no emulemos su accionar.

Recordemos que esas, nuestras acciones, pueden cambiar la vida de los demás. Y lo lindo es cambiar la vida de los demás para bien, para mejor.

Lo bueno es cambiar lágrimas por sonrisas, tristeza por alegría, desprecio por consideración, odio por amor, maldad por bondad. Siempre, lo bueno, es cambiar malo por bueno.

Obremos de modo tal que, en nuestro paso por la vida de los demás, sembremos sólo amor.

Seguramente cosecharemos más de lo que nos podemos imaginar.

Desconozco a su autor

lunes, 14 de agosto de 2017

Cuando estés totalmente solo(a), falta de cariño; con el corazón dispuesto a amar y a querer sin medida... Te deseo AMOR.

Cuando estés confundido(a) y no te sea posible creer en nada... te deseo FE.

Cuando tu ánimo este por el piso, tu corazón lleno de tristeza, tu alma llena de amargura, y no llegue la sonrisa a tu boca... Te deseo FELICIDAD.

Cuando estés exaltado(a), nervioso(a), tu espíritu esté inquieto, y en la noche te sea imposible conciliar el sueño... Te deseo PAZ.

Cuando estés en necesidad, hambriento(a), sediento(a), con frio, sin abrigo... Te deseo ABUNDANCIA.

Y CUANDO TE VEAS EN LA NECESIDAD DE UN AMIGA, RECUERDA QUE... AQUÍ ESTARÉ SIEMPRE PARA TI.

Desconozco a su autora

domingo, 13 de agosto de 2017

Durante nuestra vida convivimos, muchas veces con sensaciones, sin quererlas o desearlas, pero también con otras que no valoramos en la medida que se merecen.

Convivimos con: la angustia, el dolor, la duda, la soledad, la ansiedad, la mentira, el temor, el rechazo, el desprecio, la venganza (la propia y la ajena), con el silencio, con el mal, con el rencor, con la rutina, con los desencantos, con los prejuicios, con la falta de humildad, con la ausencia de valores y principios, con la crítica nuestra y la de ellos, con la ingratitud, con soberbia de los inútiles que no pueden amar, con la incomprensión, con la inseguridad, con la falta de ilusión, con el conformismo, con el odio, con el olvido, con la pérdida, con la falta de libertad, con el pasado sin resolver, con la indiferencia, con los malos pensamientos, sin el perdón, con la envidia del otro y la de uno, con la falta de Fe, sin un rumbo a seguir, con la impaciencia, con el mal humor de uno y el de los demás, con la impotencia de no poder, con el aburrimiento, con la palabra demás...

Pero, siempre hay un pero, también convivimos, con el humor, con la alegría, con la risa de uno y la de los demás, con los colores que nos traen paz y armonía, con el sol que nos da energía, con la lluvia que no nos molesta, con las caminatas por la tarde, con las sorpresas agradables, con las primeras brisas de primavera y con cada una de las estaciones del año que nos enseñan entre otras cosas, no todo es frío o calor, con la posibilidad de conocer la felicidad, de dar amor y de ser correspondido, con la búsqueda de la verdad, con la imaginación, con el bien, con un futuro mejor construido por uno, con el cariño, con el amor, con los afectos, con los abrazos, con las caricias, con la amistad, con charlas placenteras con amigos, con el compañerismo, con la lealtad, con la Fe, con proyectos posibles e imposibles, con las distintas manifestaciones del arte, con la lectura, la música que nos transporta a lugares que uno solo conoce, con fragancias y perfumes que nos dan lugar al placer, con los recuerdos nostálgicos, y con el otro...

Uno, siempre uno, será el que finalmente decida con qué quiere convivir..

Desconozco a su autor

sábado, 12 de agosto de 2017

Si no vives…

– el coraje de sufrir lo inevitable,
– la humildad de equivocarse en el camino,
– la audacia de arriesgarte,
– la valentía de saber perder,
– la libertad de dejar que te desaprueben,
– la sencillez de no hincharte con los aplausos,
– la paciencia de perdonarte,
– la constancia de comenzar cada día,
– la intrepidez de esperar pese a todo,
– la alegría de amar y ser amado.
es posible que DURES muchos años, pero morirás sin haber conocido la dicha deVIVIR INTENSAMENTE.

René J. Trossero

viernes, 11 de agosto de 2017

Sólo el amor obra de una manera mágica y única.
Cuando hay amor nada es imposible, todo puede lograrse.

El amor no pude analizarse, no puede explicarse, sólo se siente en el corazón. Hay quienes se preguntan por qué ése y no otro órgano ha sido elegido para representar el amor.

Y, ¡la respuesta es tan obvia! Acaso ¿No sentimos ante las emociones que sus latidos se aceleran y, a veces, nos parece que hasta se quiere escapar de nuestro pecho?

Acaso ¿No sentimos ante la angustia la sensación de que una mano férrea nos lo aprieta hasta casi paralizarlo? Acaso ¿Sentimos esas sensaciones en otro lado? ¡No!; sólo en el corazón.

Es el motor de nuestras emociones y alegrías. Es el blanco de nuestras tristezas y sinsabores. El amor, entonces, es algo especial.

Porque puede determinar que nuestra vida tenga o no sentido, porque puede hacernos perdurar en el tiempo.

Nuestro cuerpo se consume ante la muerte. El amor...
... El amor puede mantenernos vivos...

Desconozco a su autor

jueves, 10 de agosto de 2017

Si conoces a un niño, ámalo.
Si conoces a un anciano, compréndelo.
Si conoces a un enfermo, consuélalo.
Si conoces a un solitario, dale tu compañía.
Si conoces a un débil, fortalécelo.
Todas esas cosas niño, anciano, enfermo, solitario, débil has sido o serás alguna vez.
Necesitarás entonces amor, comprensión, consuelo, compañía y fortaleza.
Da todo éso cuando te necesiten, y todo éso recibirás cuando lo necesites tú.

©Armando Fuentes Aguirre

miércoles, 9 de agosto de 2017

EL APEGO AL SUFRIMIENTO

Desprendernos del sufrimiento debería ser algo fácil si llegáramos a la comprensión profunda de lo que significa y tomar la adecuada actitud para desprendernos de él. El problema radica en que el ser humano no quiere desprenderse de él por extraño y paradójico que parezca porque en el mayor de los casos el sufrimiento puede ser un mecanismo de defensa para la persona, para liberarse de los riesgos y las responsabilidades que los cambios ocasionan.

El resolver los conflictos que producen los trastornos emocionales es para el individuo que los sufre una excusa para quedarse sin el soporte, convenciéndose de que no sufre auto-engañándose. Si la persona se niega a admitir sus sufrimientos como un lastre esperando la compasión de los demás e ir al encuentro de su apoyo, solo se encarcelara a sí misma y a su propio sufrimiento.

La presencia del miedo emerge y hace su labor prefiriendo esa situación indeseable a romper las cadenas que lo pueden llevar a la liberación. Esperan la opinión de los demás, razón por la cual abandonan la lucha prefiriendo vivir reprimidos, en estados de indiferencia u odio. Adoptan la aptitud de no importarles nada apareciendo como mártires de sus sufrimientos, porque así no se nos exige nada y se nos respeta nuestra debilidad y nuestro dolor. Nos aferramos al pasado y lo utilizamos como norma de rutina de conducta con la que nos protegemos del peligro y de cometer errores, no viendo el verdadero error de nuestra propia conducta.

El proceso al apego al sufrimiento se basa en no hacer lo debido inclinándonos a lo dramático, violento y agotador. Algo totalmente nefasto para nuestra propia conciencia es la auto-compasión o sentimientos de culpa y las actitudes que nos transportan a la niñez.

La proyección continua en el pasado y el miedo al futuro son los factores más seguros para el apego al sufrimiento y resulta que vivir en el presente es indispensable para tomar una actitud necesaria de comprensión de lo que nos pasa

LA LIBERTAD

El apego al sufrimiento no admite cambios; el temor a los cambios nos hace vivir en nuestro propio óvulo como escudo, ya que el miedo a conseguir la libertad emocional no nos permite cambiar de actitud con la que nos acogemos al sufrimiento. Para ganar la libertad y desprendernos del propio sufrimiento nos lo tenemos que proponer con todas nuestras fuerzas. Pero no se puede tener libertad sin riesgos ni responsabilidades. No podemos ser amados si no amamos a riesgo de sufrir la pérdida del amor y seguir a pesar de todo creyendo en el amor como fuente de donde fluye todo

Cuando el ser humano de deshace de su amargura de sufrimiento es cuando llega a ser libre, entonces es responsable, porque la libertad es el camino de hacer y dirigir las propias acciones y la vida.

El ser libre y tener libertad no es tan sencillo, implica Ser uno mismo sin que nadie ni nada lo controle y dirija sus sentimientos ni sus acciones y esto solo se logra con la madurez emocional y el ser sueño de uno mismo.

El primer paso es desarraigar el, derrotar al gran enemigo interno, el que nos tiene esclavizados. El es el mayor destructor de la humanidad, ya que nos tiraniza paralizándonos sin poder tomar medidas sobre lo que nos está acaeciendo. Toda nuestra facultad creadora se ve destruida por el miedo.

EL MIEDO

En la realidad el miedo no existe, es una respuesta mental a la supervivencia de la especie ante el peligro. Hay muchas teorías respecto al miedo y muchas formas de manifestarse. El miedo se puede combatir con amor, el amor verdadero a todo lo que es, no conoce el miedo. El miedo esta desprovisto de amargura, es una energía que engendra vida y felicidad, mientras que el miedo al sufrimiento, se fusiona con las emociones negativas.

Mario Martínez

martes, 8 de agosto de 2017

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.
Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando lo que deja detrás, construyendo lo que tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.
Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.
Uno crece cuando abre camino dejando huellas, asimila, experiencias... y ¡Siembra raíces!.
Uno crece cuando se impone metas, sin importarle comentarios, ni prejuicios, cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes, cuando cumple con su labor, sin importarle los otros pareceres.
Uno crece cuando se es Fuerte por carácter, Sostenido por formación, y ¡Sensible por temperamento...! ¡Y humano por nacimiento!.
Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.
Recoge flores aunque tengan espinas y marca camino aunque se levante el polvo.
¡Uno crece cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse, con residuos de flores...! ¡Y de encenderse con residuos de amor...!
Uno crece ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.
Uno crece cuando se planta para no retroceder... ¡Cuando se defiende como águila para no dejar de volar...! ¡Cuándo se clava como ancla y se ilumina como estrella!

Entonces... ¡UNO CRECE!

Desconozco a su autor

lunes, 7 de agosto de 2017

No permito que otro dirija mi vida, porque mi vida es mía y porque asumo las consecuencias de mis decisiones al admitir mi propia RESPONSABILIDAD.

No permito que otro invada mi espacio vital, porque reivindico el espacio que me ha otorgado la Naturaleza por ser NATURAL.

No permito que otro contamine el aire que respiro, porque éste es alimento de mi cuerpo, es lo que me hace VITAL.

No permito que otro limite la calidad de mis sentimientos, porque éstos son fruto de mi alma y estoy dedicando esta vida a crear un alma fuerte y equilibrada, partiendo desde mi propia VOLUNTAD.

No permito que otro me hiera con sus ironías y con sus críticas, porque éstas volverán a él al ponerle el escudo de mi SERENIDAD.

No permito que otro me esclavice con argumentos de un aparente amor, porque mi amor es libre y porque elijo con quien compartir mi INTIMIDAD.

No permito que otro inculque en mí pensamientos que yo no quiero, porque aunque mis oídos oigan, mi inteligencia filtra y mi ser interior elige, día a día, lo mejor para mi evolución, la VERDAD.

No permito que otro limite la profundidad de mis pensamientos, porque son míos y no tengo porque ser igual a los demás,
simplemente he nacido con el poder de la CREATIVIDAD.

No permito que otro limite el vuelo de mi espíritu, porque simplemente he decidido ser UNIVERSAL.

No permito que otro robe mis ilusiones, porque éstas son alimento de mi espíritu, y éste
ansía LA LIBERTAD.
PORQUE SOY LIBRE, HE DECIDIDO, SIMPLEMENTE, "AMAR"

Desconozco a su autor

domingo, 6 de agosto de 2017

Que alegría se siente. El ayudar a un niño. El ver su sonrisa. El ver su agradecimiento.

El mirar como sus ojos brillan. El saber que existe otro mundo. El conocer la bondad sin limite. El Mostar un poquito de bondad.

Para un niño un simple detalle es un todo. Porque no importa el valor, sino la intención con que lo haces.

Hoy entendí qué es la Bondad. Entendí que no puedes comprarla. Entendí que solo se disfruta, si realmente lo haces de corazón.

Entendí tantas cosas. Que antes estaba ciego. Entendí que ahora solo tengo que dar un paso. El paso final, para completar, realmente, a lo que vine a este mundo.

Encontré realmente mi vocación.....

Desconozco a su autor


sábado, 5 de agosto de 2017

Quien no madura de vivencias está desperdiciando su vivir.

Los pueblos que no aprenden de su historia desperdician el legado de sus ancestros.

Cada vivencia, cada momento debe ser meditado para internalizarlo, para que hondo quede y sirva como farol de nuestro andar próximo.

Nada, absolutamente nada de lo vivido es despreciable.., todo va lacerando, surcando, acerando a nuestro cuerpo, a nuestro ser.., para bien de uno, para bien de seguidores.

Nos convertimos en libro viviente de mil paginas de lecciones de vida.

Abre tus paginas al vivir de todos, no las ocultes, no las tapes.

Valmore Vivas
Fuente: Gotas de agua

jueves, 3 de agosto de 2017

Venimos al mundo limpios, es el transitar por la vida quien nos contamina, mientras más niños seamos más fácil será el volver al camino de la pureza.

Dejémoslo salir, conozcámoslo, seamos felices como ellos, alegres, espontáneos, curiosos, sinceros, habladores, creativos, no les preocupa el tiempo, ni los problemas y sus mentes están abiertas aprendiendo con rapidez.

Vivimos sumergidos en un mar de problemas, recuerdos, deseos materiales y afectivos, soñados pero no vividos, con miedo al tiempo que vemos como transcurre y no logramos cumplir esos deseos terrenales, sin darnos cuenta que lo terrenal es transitorio, mientras que lo espiritual es eterno.

Esto significa que si somos inteligentes debemos darle prioridad a nuestro crecimiento interior y pasar de lo mundano a lo divino.

Los niños se molestan cuando no los dejamos hacer las cosas al instante, no entienden frases como "Más Tarde, Luego, Mañana" ellos todo lo quieren "Ya".

Si nosotros fuésemos niños viviríamos el presente, el ahora y no nos angustiaríamos por un mañana que ni siquiera sabremos sí existirá para nosotros.

El Supremo nos envía hijos no para regañarlos, pegarles, verlos crecer y casarse. También los tenemos para tener con quien jugar, amar y evolucionar junto con ellos.

Muchos dicen que es un sacrificio criar hijos. Pero luego cuando los niños se hacen adolescentes, no hablan, nos ignoran y observamos que se alejan, es cuando apreciamos el error de no haber disfrutado del período de inocencia, preguntadera, jugueteo y risas que ellos nos brindaban y nosotros respondíamos "ahora no porque estoy cansado, ocupado, viendo TV o leyendo un libro, etc.".

Siendo niños volveremos a querer a nuestros padres con ese inmenso amor que les teníamos en nuestra infancia, así será más fácil perdonarlos por todo aquello que nos hirió y que posiblemente no recordemos.

¿Cómo ser niño?

Depende que niño quieres ser: bueno, malo, sumiso, malcriado, travieso, juguetón, cariñoso, consentido, alegre, creativo, estudioso. Identifícalo en detalle, si hoy fueses un niño ¿Qué te gustaría Ser y Hacer?.

Busca tu niño:

Jugando con niños, con tus hijos, sobrinos, vecinos.

Cómprate el juguete que nunca pudiste tener, por ejemplo una bicicleta, cuando la manejes te sentirás muy bien.

Si no tuviste infancia, trata de practicar algún deporte, Ve al cine a ver películas de Disney que tienen la virtud de divertir a los adultos igual que a los niños.

Si necesitas afecto, cariño o que te consientan, comienza tu por darlo.

Busca un pasatiempo.

Si fuiste un niño resentido porque te maltrataron, el consentido era tu hermano mayor o te ignoraron, debes perdonar el error de tus padres, trata de hacerle un regalo, invítalo al cine a ver una película infantil, come con ellos, visítalos con más frecuencia y con el tiempo verás como va desapareciendo el resentimiento.

Nota:
Evita darle demasiadas responsabilidades a tus hijos con el deseo de que empiecen a producir y a defenderse solos.

Dales tiempo libre para que sean niños y jueguen con sus amigos. No los conviertas en hombres sin infancia.

Colaboración de Jorge Luis Caballero Quezada.


miércoles, 2 de agosto de 2017

¿Qué son las tres sabidurías?…Esta es una excelente pregunta, recuerdo que en muchas ocasiones en clases mencionaban a las tres sabidurías y siempre me preguntaba…¿Cuáles son?…¿Para que sirven?...afortunadamente y como acontece en el crecimiento espiritual las respuestas llegan cuando pueden ser entendidas por nosotros…a veces los maestros dicen…¿Lo entendieron?…bueno si no fue así ya lo escucharon. Y es que como todo, las enseñanzas también son semillas para nuestro crecimiento espiritual, emocional y mental. Maduran y se hacen presentes en nuestra vida cuando menos lo esperamos.

Escuchar, reflexionar y meditar..

La primera y gran sabiduría es la del Escuchar, claro que, normalmente creemos que somos unos excelentes escuchas, sin embargo, la mayoría de las veces solamente oímos no escuchamos. El proceso de la escucha requiere de atención, del esfuerzo de comprender y no perder la línea de lo que está diciendo la persona que está hablando. Cuantas veces estamos hablando y la persona no nos está mirando o está en más de una actividad a la vez, no nos está escuchando, o que tal cuando le preguntas a alguien si recuerda lo que le comentaste por la mañana y no lo recuerda…en las peores situaciones aseguran que nunca lo mencionaste…todo esto es síntoma de una escasa o ausente atención al escuchar.

La realidad es que si escuchamos bien podemos sacar provecho hasta de la más banal de las conversaciones y en el aprendizaje nos permite ejercitar la flexibilidad de nuestra mente, hacerla aguda y discerniente, tremendos beneficios a decir verdad.

El nivel más básico o el mínimo requerido es el de escuchar atentamente, el segundo y mucho más valioso nivel es el de reflexionar, el Budha mencionaba constantemente “no creas lo que digo sólo porque yo lo digo, reflexiona, analiza y si es de utilidad, te hace crecer, entonces hazlo tuyo aplícalo y trabaja en su profundo entendimiento”, esto es para la enseñanza espiritual, aunque en realidad aplica para todo. Por ejemplo en nuestras relaciones personales podemos conectarnos con el escuchar, pero si a la vez reflexionamos podemos ser de más ayuda a los demás y a nosotros mismos.

El siguiente nivel de reflexionar

Es muy importante trascender al escuchar y llevarlo a la reflexión pues éste proceso nos permite ser másresponsables en todos los ámbitos y tomar decisiones atinadas, así como cuando te dan una manzana y te dicen que es una manzana, lo siguiente es conocerla, ver su color, su sabor, su textura, su tamaño, la comparamos con otras frutas, decidimos si nos gusta o no…eso es reflexionar…discenir..analizar..conocer y de manera profunda crecer.

Si logramos practicar el bien escuchar y reflexionar podemos ir al siguiente nivel o a la tercera sabiduría que es la de meditar, es verdaderamente valiosa, aquí se trata de interiorizar lo que aprendimos a través de la escucha y la reflexión…se pretende trascender lo conceptual e integrarlo de manera intuitiva a nuestra vida cotidiana. Por ejemplo si escucho que la ira genera obstáculos en mi desempeño diario, reflexiono pensando en ¿ cómo es la ira?, ¿cuando se presenta?, en que situaciones me veo preso o presa de ésta emoción y finalmente en el contexto de la meditación analítica realizo un recuento de los momentos en que me vi envuelto en la ira, observo que aconteció y las consecuencias de esas situaciones, comprendo de manera profunda lo destructivo que son en mi interior.

La sabiduría de meditar

Cabe mencionar que para aplicar la tercera sabiduría de la meditación es necesario tener un maestro calificado y que ésta herramienta se aprende de manera gradual , llegar al contexto de la meditación analítica lleva un tiempo pues lo primero es trabajar en la mente atenta que escucha y reflexiona. Una vez que llegamos a la meditación hemos dado un gran paso y es necesario hacerlo diariamente, integrar esa valiosa disciplina a nuestra vida diaria como el comer, bañarnos y trabajar.

Debemos estar convencidos de que los avances en nuestro crecimiento espiritual no están desconectados de los otros ámbitos como el emocional, todo lo contrario si trabajamos en uno y otro continuamente el avance se notará en el ámbito completo de nuestro desarrollo personal. La interdependencia no es otra cosa que si practicamos en el ámbito espiritual estará reflejado en el ámbito laboral y viceversa.

Este es un gran descubrimiento que vale la pena tomar en cuenta si al final comprendemos que estamos en este mundo para hacer de nuestra vida algo significativo. No perdamos el tiempo y a practicar la medicina está y ha estado siempre ahí , solamente necesitamos tomarla y beneficiarnos de todos sus excelentes resultados. Hagamos que ésta vida cuente, a escuchar, reflexionar y meditar un paso ya importante es tomar la gran decisión de comenzar.

Pilar Vázquez

martes, 1 de agosto de 2017

Hu-ssong narró a sus discípulos el siguiente relato:

- Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó.

Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar.

- ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?

- Que es un necio -respondió uno de los discípulos.

-¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?

Dijo Hu-ssong:

-Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aún la amargura de las propias equivocaciones...

Todo eso lo debes dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra tí mismo.

Si haces a un lado esa inútil carga, si no la llevas contigo, tu camino será más ligero y tu paso más seguro.

Desconozco a su autor